¿Por qué los mustímetros no muestran 0 °Oechsle en la medición en agua?

En algunos areómetros que miden en soluciones acuosas, el valor del agua pura está incluido en el rango de medición.

Las básculas Oechsle están ajustadas para el agua pura a 0 °Oe. Lo mismo es válido para alcoholímetros con 0 % vol. o 0 % mas. y para sacarímetros para soluciones de sacarosa con 0 % mas. Sacarosa.

En la práctica estos dispositivos no muestran sin embargo el valor cero esperado ni siquiera en agua destilada. Las básculas Oechsle y los sacarímetros muestran un valor situado por encima de 0; los alcoholímetros un valor situado por debajo de 0. El motivo para ello se cita más abajo a modo de ejemplo para las básculas Oechsle.

Por eso, la comprobación de tales areómetros únicamente puede llevarse a cabo de manera muy basta. Si queremos asegurarnos respecto de la exactitud de un areómetro en el marco de mediciones importantes, habrá que confirmar la exactitud de los areómetros por parte de laboratorios de calibración, puesto que aunque los areómetros son aparatos de medición económicos, la verificación de su exactitud es costosa.

En el caso de haber elevados requisitos para la precisión, tendrán que emplearse areómetros calibrados (idealmente con certificado de calibración). En caso necesario también se pueden utilizar para ello tanto dispositivos contrastables como normales, con certificado de verificación oficial. En el caso de areómetros sin certificado de verificación se tendrá que contar con imprecisiones de medición más o menos grandes.

Los mustímetros no muestran en la medición en agua destilada 0 °Oe, sino aproximadamente de 2 a 3 °Oe (en correspondencia con los parámetros geométricos de los cuerpos vítreos). Las básculas Oechsle están ajustadas a 0 °Oe al valor de tensión superficial del agua pura, que es muy elevado y que, en la práctica, no se alcanza debido a las contaminaciones más variadas del agua, como el polvo o las cantidades de disolventes más pequeñas que se encuentran en el aire. A esto se añade que en el caso del agua difícilmente puede alcanzarse una humectación completa y correcta del tallo y que se requiere una limpieza muy intensiva del areómetro que, en la práctica, no se realiza normalmente. Ambos aspectos conducen a un valor Oechsle elevado en el caso de la medición en agua destilada. Por este motivo, los mustímetros no se ajustan en agua durante la fabricación.

En el caso de mustímetros normales hay que contar siempre con una desviación de +/- 1 hasta 2 °Oe. Si se quieren mediciones de precisión, entonces hay que emplear mustímetros verificados oficialmente.

Areómetro: Tratar con cuidado - frágil; debe estar seco y limpio.

Recipiente medidor: Lo mejor es que sea de cristal; interior como mínimo 1,5 cm más ancho que el areómetro (a diferencia de «OPTIMUM», véase abajo); debe estar limpio y seco, debe estar en vertical.

Líquido de ensayo: Debe estar libre de suciedad, sin burbujas, muestra media.

Puesto de trabajo: Debe ser libre de sacudidas, luminoso y sin deslumbramientos.

Proceso de medición: Verter el líquido de ensayo lentamente en la probeta graduada. Antes de la medición mezclar cuidadosamente,

En el caso de un areómetro con termómetro incorporado y divisiones de la escala del termómetro en 0,1 o 0,2 °C, golpear con cautela ligeramente en la parte inferior, puesto que en estas aberturas capilares estrechas (especialmente en caso de temperaturas descendentes) la columna de mercurio, en parte, ya no muestra ningún desplazamiento completamente uniforme.

Agarrar el areómetro con cuidado por el extremo delgado por encima de la escala de medición (puntiagudo) y sumergirlo lentamente en el líquido hasta que flote; para ello sumergir como máximo 5 mm más hondo que la posición natural de flotación. La superficie restante del areómetro debe estar asimismo limpia y seca durante la inmersión (sin huellas de dedos, sin partes de grasa y similares).

Esperar aprox. 1 minuto, mejor 2 minutos (cuanto mayor sea la parte inferior, tanto más habrá que esperar). Leer el resultado «arriba» o «abajo» (v. areómetro) con/sin lupa; dirección visual en horizontal. Durante la medición, el areómetro debe estar en calma y flotar aprox. centralmente.

La temperatura de medición debe ser = temperatura de referencia (normalmente = 20 °C; v. areómetro). En caso de diferencia de temperatura corregir el valor de medición mediante las tablas.

Si la tensión superficial del líquido de ensayo difiere considerablemente de la tensión superficial tomada como base para el ajuste (v. areómetro), se tendrá que llevar a cabo una corrección mediante las tablas en el caso de mediciones precisas. Los areómetros están ajustados en principio para una tensión superficial determinada o para las clases de tensión superficial L (= baja), M (= media H (= alta), o para la tensión superficial de un líquido determinado.

  

Distancia lateral óptima respecto de la pared del cilindro: 7,5 mm o más.

Realizar siempre 2 a 3 mediciones sucesivamente y crear el valor medio.

En el caso de haber elevados requisitos para la precisión (por ejemplo, en mediciones de garantía), tendrán que emplearse areómetros calibrados (idealmente con certificado de calibración). En caso necesario también se pueden utilizar para ello tanto dispositivos contrastables como normales respectivamente (con certificado de verificación oficial o del fabricante). En el caso de areómetros normales sin certificado de verificación se tendrá que contar con imprecisiones de medición más o menos grandes.

En algunos areómetros que miden en soluciones acuosas, el valor del agua pura está incluido en el rango de medición.

Las básculas Oechsle están ajustadas para el agua pura a 0 °Oe. Lo mismo es válido para alcoholímetros con 0 % vol. o 0 % mas. y para sacarímetros para soluciones de sacarosa con 0 % mas. Sacarosa.

En la práctica estos dispositivos no muestran sin embargo el valor cero esperado ni siquiera en agua destilada. Las básculas Oechsle y los sacarímetros muestran un valor situado por encima de 0; los alcoholímetros un valor situado por debajo de 0. El motivo para ello se cita más abajo a modo de ejemplo para las básculas Oechsle.

Por eso, la comprobación de tales areómetros únicamente puede llevarse a cabo de manera muy basta. Si queremos asegurarnos respecto de la exactitud de un areómetro en el marco de mediciones importantes, habrá que confirmar la exactitud de los areómetros por parte de laboratorios de calibración, puesto que aunque los areómetros son aparatos de medición económicos, la verificación de su exactitud es costosa.

En el caso de haber elevados requisitos para la precisión, tendrán que emplearse areómetros calibrados (idealmente con certificado de calibración). En caso necesario también se pueden utilizar para ello tanto dispositivos contrastables como normales, con certificado de verificación oficial. En el caso de areómetros sin certificado de verificación se tendrá que contar con imprecisiones de medición más o menos grandes.

Los mustímetros no muestran en la medición en agua destilada 0 °Oe, sino aproximadamente de 2 a 3 °Oe (en correspondencia con los parámetros geométricos de los cuerpos vítreos). Las básculas Oechsle están ajustadas a 0 °Oe al valor de tensión superficial del agua pura, que es muy elevado y que, en la práctica, no se alcanza debido a las contaminaciones más variadas del agua, como el polvo o las cantidades de disolventes más pequeñas que se encuentran en el aire. A esto se añade que en el caso del agua difícilmente puede alcanzarse una humectación completa y correcta del tallo y que se requiere una limpieza muy intensiva del areómetro que, en la práctica, no se realiza normalmente. Ambos aspectos conducen a un valor Oechsle elevado en el caso de la medición en agua destilada. Por este motivo, los mustímetros no se ajustan en agua durante la fabricación.

En el caso de mustímetros normales hay que contar siempre con una desviación de +/- 1 hasta 2 °Oe. Si se quieren mediciones de precisión, entonces hay que emplear mustímetros verificados oficialmente.

Con los refractómetros se puede establecer sencilla y rápidamente la determinación de la concentración de principios activos. El mantenimiento de una determinada concentración de principios activos resulta tener una influencia esencial en el comportamiento operativo de los lubricantes refrigerantes.

Por regla general en este caso se utilizan refractómetros manuales convencionales o electrónicos. 

Después de colocar 1 - 2 gotas de una muestra y de un tiempo de espera de aprox. 20 segundos (para la compensación de temperaturas) se podrá reconocer mirando en un refractómetro de mano convencional un límite claro-oscuro que pasa a través de una escala. En esta escala se podrá leer un valor de refractómetro (normalmente impreso como % Brix o como índice de refracción). Dicho valor de refracción todavía tendrá que compensarse respecto de la temperatura, porque los valores de medición refractométricos dependen considerablemente de la temperatura. Los valores de corrección de la temperatura tienen que computarse con el resultado de medición. A continuación se tendrán que limpiar tanto el prisma de medición como el alerón de prisma.

Por el contrario, para un refractómetro de mano electrónico que trabaja automáticamente únicamente hacen falta poner 1 - 2 gotas de muestra en el prisma de medición y pulsar un botón. Aprox. 3 segundos después se mostrará digitalmente el resultado de medición ya con compensación de temperatura. Se suprime una eventual lectura errónea de una escala. Además, los refractómetros son excelentemente reproducibles, también en caso de muestras difíciles como, por ejemplo, en emulsiones. En el caso de las emulsiones, a menudo los refractómetros de mano convencionales son difíciles de leer, puesto que con frecuencia no resulta ningún límite claro-oscuro nítido, sino una franja fronteriza con grandes posibilidades de error de lectura. Entre el valor del refractómetro y la concentración existe una relación -con frecuencia lineal-. Con ayuda de una curva de calibración y de factores de corrección para los líquidos analizados respectivos se pueden calcular los valores de concentración en % del volumen (cf. fig. izquierda). Las curvas de calibración en cuestión se pueden elaborar por uno mismo u obtenerlas del proveedor de la sustancia. Con refractómetros se pueden controlar también otros líquidos industriales, por ejemplo, líquidos que se emplean para lavar, decapar y templar. 

Los refractómetros están correctamente ajustados en el momento de la entrega. A pesar de ello se tiene que revisar el refractómetro regularmente. Especialmente por culpa de golpes fuertes se puede desajustar. Si el refractómetro presenta un valor de 0 % Brix como valor inicial, puede ajustarse con agua destilada. La temperatura de medición (especialmente la temperatura del dispositivo) debe ser de 20 °C. La línea límite deberá ajustarse entonces a 0 % Brix. Si el resultado de medición leído no es 0, se tendrá que ajustar la línea límite girando el tornillo de ajuste a 0 % Brix.

En el caso de refractómetros para la medicina y con el n.º art. R 2350, el resultado de medición a ajustar es 1,3330 nD, porque el agua pura de 20 °C presenta este índice de refracción.

Para el ajuste de refractómetros que no posean ningún valor inicial o un valor de 0 % Brix, podemos proporcionar un líquido de ensayo (art. RH9000) con valor Brix o nD definido (pagando un suplemento). Dicho líquido se mide con el refractómetro. Para ello el refractómetro deberá tener una temperatura (temperatura de medición) de 20 °C aproximadamente. Si el refractómetro no muestra el valor teórico, se tendrá que ajustar la línea límite con un destornillador al valor teórico impreso. El líquido de ensayo se elimina del prisma y de la parte inferior del alerón de prisma con papel suave y alcohol o líquido lavavajillas/jabón (con agua sólo no es suficiente).

Los refractómetros miden correctamente a + 20 °C. Muchos de nuestros refractómetros poseen una corrección automática de la temperatura. Como la temperatura de medición influye considerablemente en el resultado de medición, se tienen que corregir los resultados de medición refractométricos que se han medido con otra temperatura. Los datos de corrección correspondientes se pueden leer directamente en el alerón de prisma de algunos de nuestros refractómetros. En función de la temperatura se tendrán que añadir los valores de corrección al resultado de medición o restarse de este. Una tabla de corrección adicional resulta superflua.

Al mirar a través del ocular se hace evidente que la línea límite en la medición de agua corta la escala en -1 % Brix. En el alerón de prisma plegado hacia arriba se lee un valor de corrección de +1 %. 

El resultado de medición corregido será entonces -1 % + 1 % = 0.

Regla práctica para la corrección de la temperatura de refractómetros con escalas de índice de refracción: Restar 0,0001 hasta 0,0004 nD por °C para una temperatura del dispositivo inferior a 20 °C; en caso de temperatura superior, sumar al resultado de medición. Puesto que la repercusión de la temperatura en el índice de refracción resulta prácticamente diferente en cada medio, en el caso de mediciones muy precisas se tendrá que tomar el valor de corrección exacto correspondiente en obras de consulta y similares. Lo último también se aplica para refractómetros equipados únicamente con un termómetro.

Los refractómetros con corrección de temperatura automática ejecutan la corrección de temperatura automáticamente (fundamentalmente entre +10 y +30 °C).

Ha penetrado agua en el refractómetro. Caliente el dispositivo lentamente con un secador de pelo sin rebasar los 50 °C. Si con esto no se soluciona, envíe el dispositivo al servicio de atención al cliente. 

El valor de medición depende de todas las sustancias disueltas. Pero en el vino, además de la sacarosa también se incluyen alcohol y ácidos. El valor de medición se verá influenciado por estas sustancias. Por ese motivo no puede determinarse directamente el contenido de azúcares.

Fíjese en que el alerón (n.º 4) se apoye sin hendidura. Si no se apoyara de forma plana, desplace el soporte del prisma (n.º 1). Para desplazar el soporte del prisma, abra los tornillos (n.º 2) a derecha e izquierda del tornillo de ajuste y desplace el soporte del prisma en dirección longitudinal.

Los alerones de la serie Master, por ejemplo, el Master 53 se fijan con pasadores. Los alerones de la serie precedente se fijaban con tornillo y tuerca.

Por regla general, el alerón de prisma se puede cambiar fácilmente. Existen diferentes alerones de prisma. Por eso es importante que en el pedido del alerón de prisma nos indique el modelo que posee. Si no puede dar el nombre del modelo, envíenos una foto por correo electrónico. Los refractómetros actuales son modelos de la serie Master de ATAGO.

El coeficiente de refracción (frecuentemente también denominado índice de refracción) es un concepto de la óptica. Define la refracción de la luz durante la transición a un material transparente (traslúcido) y es la relación entre la velocidad de fase de la luz c0 en el vacío y su velocidad de fase c en el medio respectivo:
       c0
n = ------
        c

La denominación «coeficiente de refracción» procede del término refracción y su aparición en la ley de refracción de Snellius.  Esta magnitud física no tiene unidad y, por consiguiente, es una cifra. También se puede indicar como cifra compleja y entonces señalizará también la densidad óptica; pero la mayoría de las veces se indica solamente la parte real que está definida por la velocidad de la luz en el medio.

La refracción se puede definir también por medio de la óptica geométrica. Según la ley de refracción de Snellius mencionada se corresponde con la relación de seno del ángulo de incidencia y de reflexión. En este sentido se relacionan los ángulos del «rayo de luz» que atraviesa la superficie límite de los medios con la perpendicular respecto a este.

Aquí hay que tener en cuenta que la refracción en la mayoría de materiales también depende de la longitud de onda, lo que se define con dispersión. 

Material

 Coeficientes de refracción

Vacío   

 1,0

Aire (cerca del suelo)   

 1,000292

Hielo   

 1,31

Agua   

 1,33

Etanol   

 1,37

Diamante   

 2,47

Brix (=%mas) es el porcentaje de sacarosa de una solución de sacarosa y agua de 100 g de peso. Coloquialmente se equipara a la sacarosa con el azúcar. La fórmula de conversión subyacente ha sido establecida por la ICUMSA basándose en el índice de refracción (nD).

La medición del peso del mosto o de los grados Oechsle se puede efectuar según varios procedimientos, entre otros con mustímetros y refractómetros. El peso del mosto es la cifra que indica en cuántos gramos un litro de mosto es más pesado que un litro de agua a 20 °C. El peso del mosto es, por consiguiente, una medida de densidad. Un aparato de medición de la densidad con indicación correcta es aquí, por tanto, el dispositivo de referencia. Un refractómetro, también aunque esté calibrado oficialmente, no es un dispositivo de medición de referencia, bajo nuestro punto de vista, porque no mide la densidad directamente. Hay que observar que para comparar los resultados de medición de un refractómetro y de un mustímetro no se pueden emplear soluciones de azúcar/agua, sino mosto. A este respecto hay que presuponer una determinada proporción de acidez –ideal– en dicho mosto. Porque si se modifica dicha proporción de acidez –con el mismo contenido de azúcares– entonces se modifica también la indicación del refractómetro, puesto que los ácidos influyen de manera perceptible en el resultado de medición refractométrico. Por el contrario, la indicación de un mustímetro no se ve influida por diferentes composiciones ácidas. Principalmente a causa de ello se originan las diferencias entre las mediciones de mosto refractométricas y areométricas.